¿Por qué es importante para la seguridad alimentaria internacional?
En un mundo cada vez más consciente de los problemas medioambientales y de sostenibilidad, el desperdicio de alimentos es un tema de gran relevancia. Cada año, millones de toneladas de alimentos son desechados debido a su apariencia, fecha de caducidad o por no cumplir con las expectativas del consumidor. Sin embargo, la tecnología ofrece soluciones innovadoras para abordar este desafío. Un claro ejemplo de ello son las etiquetas inteligentes biodegradables desarrolladas por la empresa española Oscillum, que cambian de color según el estado de frescura de los alimentos, ayudando a reducir el desperdicio y a mejorar la seguridad alimentaria.
Beneficios de las etiquetas inteligentes para la seguridad y frescura de los alimentos
Según la Comisión Europea, se desperdician más de 59 millones de toneladas de alimentos en la Unión Europea cada año, lo que equivale a alrededor de 132 kg per cápita. Este desperdicio no solo tiene un coste económico significativo, sino que también tiene un impacto negativo en el medio ambiente, ya que la producción y eliminación de alimentos desechados contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero.
Una de las razones clave por las que se desperdician tantos alimentos es la falta de claridad sobre su frescura. Los consumidores y los comercios suelen basarse únicamente en las fechas de caducidad y en la apariencia del producto, sin tener en cuenta su verdadero estado, lo que provoca una gran cantidad de productos perfectamente comestibles que se descartan innecesariamente por eso las etiquetas inteligentes siguen en auge en la actualidad.
La solución de Oscillum
Oscillum es una startup española fundada por tres jóvenes emprendedores: Pilar Granado, Pablo Sosa Domínguez y Luis Chimeno. Su misión es desarrollar soluciones innovadoras para la industria alimentaria, y su producto más destacado es unas etiquetas inteligentes que cambia de color según el estado de frescura de los alimentos. Esta etiqueta, fabricada a partir de materiales biodegradables, es capaz de detectar la actividad bacteriana de los productos y modificar su color en función de la descomposición de los mismos.
El principio detrás de esta tecnología es sencillo pero eficaz: las bacterias que se desarrollan en los alimentos durante su descomposición liberan ciertos compuestos químicos que las etiquetas inteligentes pueden detectar. A medida que la actividad bacteriana aumenta, la etiqueta cambia de color, proporcionando una indicación visual del grado de frescura o descomposición del alimento.
¿Cómo funcionan las etiquetas inteligentes?
Las etiquetas de Oscillum están hechas de un polímero biodegradable que incluye sensores químicos capaces de detectar los compuestos liberados durante la descomposición de los alimentos. En lugar de depender de la fecha de caducidad o de las condiciones externas como la temperatura, la etiqueta responde a los cambios que ocurren dentro del alimento, proporcionando información en tiempo real sobre su frescura.
Este sistema ofrece una ventaja sobre los métodos tradicionales, como las etiquetas de tiempo-temperatura, que solo alertan sobre los fallos en la cadena de frío, pero no informan sobre la actividad bacteriana en el interior del producto. Con las etiquetas inteligentes de Oscillum, los consumidores pueden saber, de manera más precisa, si un alimento sigue siendo seguro para el consumo, reduciendo el riesgo de enfermedades alimentarias.
Mejoras en la seguridad alimentaria gracias a la tecnología de etiquetas inteligentes
Las aplicaciones de estas etiquetas son amplias y pueden aplicarse a una variedad de alimentos como carnes, pescados, frutas y verduras. Los beneficios de esta tecnología son numerosos:
- Reducción del desperdicio de alimentos: Al proporcionar una evaluación precisa de la frescura de los productos, las etiquetas inteligentes ayudan a evitar el descarte innecesario de alimentos que aún son aptos para el consumo. Esto puede contribuir a reducir el desperdicio alimentario en los hogares y en los comercios.
- Seguridad alimentaria mejorada: Los consumidores pueden tomar decisiones informadas sobre el consumo de alimentos, lo que contribuye a una mayor seguridad alimentaria. Al tener una herramienta que detecta la frescura real de los productos, se reduce el riesgo de enfermedades causadas por el consumo de alimentos en mal estado.
- Sostenibilidad ambiental: El desperdicio de alimentos tiene un impacto ambiental significativo, ya que la producción de alimentos requiere una gran cantidad de recursos como agua, energía y tierras agrícolas. Reducir el desperdicio no solo es beneficioso para la economía, sino también para el planeta, ya que disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la producción y eliminación de alimentos.
- Eficiencia económica: Los minoristas y proveedores pueden optimizar su inventario y reducir las pérdidas económicas asociadas al desperdicio de productos. Además, pueden ofrecer alimentos con una vida útil más larga a los consumidores, lo que puede resultar en menos productos desechados por vencimiento o mal estado.
Reconocimientos y futuro
La innovación de Oscillum ha sido reconocida a nivel internacional, y la empresa ha sido premiada por su contribución a la lucha contra el desperdicio de alimentos. En 2025, Oscillum fue galardonada en los Premios Jóvenes Inventores de la Oficina Europea de Patentes, destacándose entre cientos de inventos por su potencial para transformar la industria alimentaria y reducir el desperdicio.
Además de su aplicación en alimentos, Oscillum está investigando la posibilidad de aplicar su tecnología en otros sectores, como el farmacéutico y cosmético. La tecnología de las etiquetas inteligentes podría ayudar a detectar la degradación de medicamentos y cosméticos, mejorando la seguridad y la eficacia de estos productos a lo largo de su vida útil.
Un futuro prometedor
El futuro de las etiquetas inteligentes es prometedor. A medida que la conciencia sobre el desperdicio de alimentos y la sostenibilidad crece, la demanda de soluciones tecnológicas que ayuden a reducir estos problemas también aumenta. Las etiquetas biodegradables de Oscillum son solo una de las muchas innovaciones que podrían transformar la forma en que manejamos y consumimos alimentos.
La clave del éxito de esta tecnología radica en su simplicidad y efectividad. Las etiquetas son fáciles de usar, y su implementación en la cadena de suministro de alimentos no requiere grandes inversiones ni cambios complejos en los procesos de producción. Además, al ser biodegradables, no contribuyen al problema de los residuos plásticos, lo que las convierte en una opción sostenible tanto para la industria como para el consumidores.
¿Quieres reducir el desperdicio de alimentos y mejorar la seguridad en tu negocio? Descubre cómo las etiquetas inteligentes de Oscillum pueden transformar tu cadena de suministro.
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